La ansiedad es una respuesta natural del organismo ante situaciones de alerta, pero cuando se vuelve intensa, frecuente o desproporcionada, puede interferir significativamente en la vida diaria.
Se manifiesta tanto a nivel físico como emocional, y algunos de sus síntomas más habituales son:
- Nerviosismo constante o sensación de peligro inminente
- Palpitaciones, dificultad para respirar o tensión muscular
- Problemas de concentración
- Insomnio o sueño poco reparador
- Preocupaciones excesivas difíciles de controlar
Un abordaje psicológico adecuado permite identificar los factores que desencadenan la ansiedad, aprender técnicas de regulación emocional y recuperar la sensación de control y bienestar. El tratamiento se adapta a cada persona, combinando herramientas terapéuticas eficaces y estrategias prácticas para manejar las situaciones cotidianas con mayor calma y seguridad.
¿Tienes alguna duda?