El estrés es una reacción natural del organismo ante situaciones que requieren adaptación o esfuerzo. Sin embargo, cuando se mantiene de forma prolongada o supera la capacidad de afrontamiento, puede afectar tanto a la salud física como al bienestar emocional.
Entre sus manifestaciones más comunes se encuentran:
- Cansancio constante o sensación de sobrecarga
- Irritabilidad, cambios de humor o dificultad para relajarse
- Problemas de sueño o falta de concentración
- Tensión muscular, dolores de cabeza o molestias digestivas
- Sensación de no poder “desconectar”
El acompañamiento psicológico ayuda a identificar las fuentes de estrés, modificar patrones de pensamiento y comportamiento y desarrollar herramientas efectivas de gestión emocional. De esta manera, es posible recuperar el equilibrio, mejorar la calidad de vida y afrontar los retos cotidianos con mayor serenidad.
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