Las técnicas de relajación son herramientas psicológicas que permiten reducir el estrés, la tensión y la ansiedad, favoreciendo el equilibrio físico y emocional. Aprender a relajarse de manera efectiva ayuda a mejorar la concentración, el sueño y el bienestar general.

Algunas técnicas que se trabajan en terapia incluyen:

• Respiración consciente y controlada
• Relajación muscular progresiva
• Visualización guiada
• Mindfulness y meditación
• Estrategias de gestión emocional y control mental

El acompañamiento psicológico proporciona guías personalizadas para integrar estas técnicas en la vida diaria, promoviendo un estado de calma, mayor autocontrol y bienestar emocional sostenido.