Los trastornos de la alimentación implican una relación alterada con la comida, el cuerpo y las emociones, que puede afectar gravemente la salud física y psicológica. No se reducen únicamente a los hábitos alimentarios, sino que suelen estar relacionados con factores emocionales, sociales y personales profundos.
Entre los trastornos más frecuentes se encuentran:
- Anorexia nerviosa
- Bulimia nerviosa
- Trastorno por atracón
- Conductas alimentarias restrictivas o compensatorias
Algunos signos de alerta incluyen preocupación excesiva por el peso o la imagen corporal, cambios importantes en los hábitos alimentarios, conductas de control o evitación, y malestar emocional asociado a la comida o al propio cuerpo.
La intervención psicológica es fundamental para abordar las causas emocionales subyacentes, restablecer una relación saludable con la alimentación y recuperar el bienestar físico y mental, ofreciendo un acompañamiento cercano y especializado en cada etapa del proceso.
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